Y en mi mente bailo contigo canciones del recuerdo. Bien agarrados y dando vueltas. Escribo cuentos nunca contados, o sólo una vez, pero nunca terminados. Me doy la vuelta y te susurro, te giras y me besas. Un ruego nocturno, de antes de dormir y luego el silencio y las estrellas; las que nunca fueron ni serían si tú no las hubieses dado ese poder y magia, esa categoría y presencia.
La luz que brilla en su interior ilumina rincones antes apagados y que nunca pensaron que se volverían a encender. Equivocado una vez más descubro que la vida aún es vida, que hay personas buenas entre todas las malas y que muy pocas veces hacemos lo que queremos realmente. No hay que pensar lo que te digan que pienses, ni sentir lo que te digan que sientas ni hacer siempre lo que te digan que hagas.
Un grito a la libertad y a la búsqueda de la felicidad, un cambio de tren y vuelta a empezar y quién sabe cuando podremos de nuevo ver los restos de un alma que un día dejamos atrás. Por esa búsqueda y por ese encuentro.
Buenas noches estrellas.
2 comentarios:
Vaya, me parece una de esas entradas que te gusta mucho, te parece muy bella y sensible pero… no eres capaz de comentar nada…
Cuando dejas de buscar es precisamente cuando encuentras... una niña me esta mirando desde el umbral de la puerta... me alegra volver a tu blog y encontrar entradas como ésta... siento estar un poco perdida, pero aqui no hay mucho tiempo para internet.
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